Europe Echecs 694

La revista Europe Chess cumple 60 años. Para celebrar este evento, la revista ofrece una retrospectiva de 60 destacados del ajedrez.
Recordando su prestigioso pasado, no pude evitar llenarme de nostalgia.

El héroe de mi juventud fue Bobby Fischer. Recientemente, en la última ronda del Campeonato de Suiza, intercambié algunas palabras con el Gran Maestro Florin Gheorghiu, quien lo conoció bien. Él es el campeón a quien tiene el mayor respeto. "Cuando jugaste contra él, fue especial, él emitió tanta energía, tal deseo que te hizo sentir incómodo". No sentí eso, y en menor medida, que contra Kasparov. "

Mirando el juego Carlsen-Caruana, me recordó el partido de Londres 2000 entre Kasparov y Kramnik.

Garry Kasparov, que había dominado la escena internacional durante 15 años, se mantuvo bajo control sin poder ganar un solo juego. Con los blancos, no había podido atravesar el obstáculo. Su apertura del peón Rey había sido neutralizada por la resurrección de la Defensa de Berlín.
Todo se había jugado con las piezas negras y tuvo que reconocer dos derrotas.
Carlsen, sin duda uno de los grandes que se pueden asociar con Fischer y Kasparov, se encontró en la misma situación. Con las piezas blancas, no tuvo la menor oportunidad de doblar a su oponente. Fue totalmente neutralizado en las aperturas.
Todo sucedió cuando Carlsen tenía piezas negras. Al optar por el siciliano, que rompe la simetría, el duelo era entonces más incierto. El campeón del mundo perdió una oportunidad para marcar en la primera parte.
En el octavo, Caruana tuvo sus posibilidades, pero subestimó su posición diciendo que "nunca sentí que fuera un ganador". "

Carlsen se ha negado a arriesgarse, contra el imparable Caruana, a contaminarse llevando el juego a otro campo donde sobresale, los Rapids. Esto plantea un problema real que culminó en la última parte. ¿Cómo entender que en una posición claramente superior, con un beneficio para el péndulo, Carlsen ofreció el sorteo?

No puedo dejar de imaginar que si Viktor Korchnoy nos observa desde allí arriba, debe haber roto una fuerte carcajada interrumpida por algunos nombres de aves como comentarios.

¡El partido debía terminar abruptamente con un marcador de 3-0 infligido por Carlsen en el "desempate"! En conclusión, Fabiano no mostró un ritmo superior al clásico para merecer el título. Carlsen manejó la situación perfectamente para mantener su corona y demostrar que sigue siendo el mejor jugador del mundo.

¿Qué dejará este campeonato mundial a la luz de la historia? Un récord en juegos lentos con 12 empates, todos muy disputados, pero no siempre emocionantes. No es suficiente para darle una pequeña visibilidad al ajedrez que la mayoría de los no jugadores desconocían la existencia de este campeonato mundial.

La fórmula merece ser repensada porque jugar el título por segunda vez a velocidades rápidas altera su valor. Además, Caruana no es considerado uno de los mejores en este tipo de ejercicio y no fue nombrado Challenger a este ritmo.

Feliz lectura, los mejores deseos para 2019 y sobre todo para tener más éxito gracias a los fracasos.

Georges Bertola